-Ella, aún lo amaba
-Él la había cambiado, pero aún así su corazón era de ella.
-Yo, miraba como ellos aún seguían queriéndose, a pesar que cada uno había tomado la decisión de ser feliz, de olvidar su pasado y de rehacer sus vidas con otras personas.
-Ella, era valiente, tenía las fuerzas suficientes para poderlo mirar a los ojos sin importar que su mirada ya no le pertenecía. Me asombraba la manera en que ella podía estar con él, conversaban, se reían, era como ver a dos amigos que recién se conocían. Pero yo la miraba a ella y podía ver que en sus ojos aún existía ese brillo, cuando él era su motivo de felicidad. ¿Pero qué era lo que lo hacía tan especial, que ella no podía dejar de mirarlo y sonreírle? Claro! Como no me di cuenta, era su sonrisa, cuando lo mire su sonrisa era la que enamoraba, era perfecta, era linda, te transmitía dulzura, amor y confianza.
-Él la trataba como si nada hubiese pasado, como si entre los dos no hubiese quedado huellas de su amor que un día los unió y ahora lo único que les une es su amistad.
Ella, era perfecta para él, no sé cómo la pudo dejar ir. Él, era perfecto para ella pero fue ella quien lo dejó, porque su razón era más fuerte que la locura de amarlo.
El destino cambio todo, el aire que respiraban se dividió, el tren en que viajaban se detuvo, el cielo se obscureció, las estrellas ya no alumbraron más, el sol se ocultó y el amor se rompió.
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